Aquí subo la esperada crónica. La ha redactado Luís, pero no puede subirla desde el curro y me ha pedido que la suba yo.
Por fin el Magerit salió con tensión. Realmente jugamos posicionalmente como otras veces, y la táctica fue la de siempre, y los jugadores (con varias bajas importantes incluidas) los mismos, pero desde que comenzó el partido se notaba que había ganas. Y eso se traducía en apoyos a los compañeros, movimientos sin bola, ofrecimientos y marcajes serios.
La primera fase del primer tiempo se jugó casi toda en mitad de campo. Se movía la bola aunque no sin dificultad, tuvimos varias faltas al borde peligrosas pero en cuanto te descuidabas ellos subían con bastante calidad tanto por el centro como por las bandas. En eso llegó el penalty y el gol de Davichín, un flick de arrastre a media altura que el portero rechaza al defensa que le da en el cuerpo y provoca el penalty stroke que el propio Davichin se encarga de transformar. El Hocquet tuvo varias llegadas difíciles pero entre que les faltó la suerte (la que pasó por debajo del portero… y de su delantero) y el acierto de Ramón (ese palo raso prodigioso o una mano por alto) nos libramos del empate. No hace falta citar a nadie, porque todo el mundo jugó muy bien, pero destacar a Bernardo (portero) currándoselo de delantero y la vuelta de Juan Carlos después de alguna semana sin jugar partiéndose el pecho con todos los rivales.
La segunda parte se hizo un poco jodida para algunos de nosotros por la falta de luz, y de vista. Ellos salieron con más ganas y durante unos minutos parecía que nos íbamos a venir abajo. Pero entonces recuperamos el sitio con muchos apoyos y las líneas (relativamente) juntas. En la segunda parte nos costó sacar más la bola, apretaban los nervios. Realmente hubo pocas ocasiones. A mediados de la 2ª parte el Hocquet logró empatar el partido transformando, de golpeo, un penalty corner pero a los pocos minutos, en el segundo penalty que provocó Juan, Alberto se sacó un buen golpeo y nos puso por delante. Los últimos 15 minutos fueron muy intensos, y aunque pasamos apuros, diría que dominamos más que ellos. Hicimos un juego rocoso y les costó mucho mover la bola. La defensa se mantuvo seria, los medios movían la bola y combinaban y ayudaban un montón y la gente de arriba se ofrecía para dar posibilidades de pase. Desde la tarjeta verde de ellos en los últimos minutos prácticamente no llegaron con peligro, y así terminó el partido, con una victoria muy trabajada y Ramón en todo lo alto, manteado.
Esta es una crónica sin apenas crítica, aunque seguro que hay cantidad de cosas que mejorar. Pero creo que este partido tiene una lectura que se impone sobre cualquier otra consideración: si salimos con TENSIÓN y ganas de ganar, y nos dejamos de chorradas con los árbitros y gritos entre nosotros, somos capaces de jugar bien y ser competitivos. Así hay que salir a jugar un partido joder, ¡saliendo a morder!